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Mostrando entradas de julio, 2017

Diálogos para el Alma: “Quitando el Candelabro”

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Diálogos para el Alma: "Quitando el Candelabro"  Cristo nos da una palabra que nos permite descubrir la causa por la cual llegamos a pensar que "Todo tiempo pasado fue mejor". Él dice: "Arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelabro de su lugar relevante" (Apocalipsis 2, 5). Jesús dice, que si no nos arrepentimos, Él quitará toda la autoridad espiritual que nos haya dado. Esto incluye nuestra influencia en la ciudad, en nuestra comunidad, en el vecindario, sobre todos los que sean parte de nuestro círculo de influencia. Toda partícula de influencia nos será quitada. Ahora mismo, por todo el mundo, hay iglesias cerrando sus puertas. ¡Sus luces están siendo literalmente apagadas, debido al juicio por rehusar arrepentirse de haber dejado enfriar el primer amor! Dios dijo que perderían su discernimiento, sus bendiciones espirituales, su economía y hasta la misma presencia de Dios. Ahora están agonizando, sin vid

Diálogos para el Alma: “El primer amor”

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Diálogos para el Alma: "El primer amor" Recordarás las siete iglesias que Juan menciona en Apocalipsis 2. Entre ellas está la iglesia de Éfeso, una congregación altamente reconocida por Jesús. Me gusta pensar en nuestra iglesia en "Buenos Aires" como si fuera la iglesia de Éfeso. Ese cuerpo de creyentes trabajaba sin desmayar en una de las ciudades más populares del mundo, en medio de la maldad más vil. La gente se sacrificaba, odiaba el pecado y no aceptaba doctrinas falsas. Estaban fuertes en la fe, sirviendo a Dios con gran celo en su corazón sin importar las tentaciones que Satanás les lanzaba. Sin embargo, Cristo sabía que algo andaba mal en ese pueblo. ¡Él amaba tanto a esta iglesia! Era una lámpara tan brillante a las naciones, que Él no estaba dispuesto a quedarse sentado y dejarla morir. Así que les dijo a los efesios: "Pero tengo contra ti, que has dejado enfriar tu primer amor" (Ap. 2,4). Jesús estaba diciendo: "¡Tu fuego se está apagando!

Diálogos para el Alma: “Estás con Jesús”

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Diálogos para el Alma: "Estás con Jesús" Hoy me sorprendí al leer en Hechos 3. Encontramos a Pedro y a Juan yendo al templo a rezar y adorar. Afuera, en la puerta del templo, se encontraba sentado un mendigo discapacitado de nacimiento. Este hombre nunca había caminado ni un paso en su vida. De pronto imaginé que yo era un periodista que de primera mano, cuenta lo que sucede a continuación y tuve ganas de entrevistar al paralítico: - ¿Qué fue lo que sucedió? - Cuando de pronto vi que venían dos personas, como era mi costumbre ante todo peregrino devoto que viene acompañado, aproveché y les pedí una simple limosna a ambos. Pedro, descolocándome, me respondió, "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy" (v6). Ambos estaban sin un peso encima. - ¡Menos mal! - Eso dije después. Pero teniendo en su corazón, algo que no tenía precio, oró por este mendigo, diciendo, "En el nombre de Jesucristo de Nazareth, levántate y camina" (v6). ¡En ese mismo instante, f

Diálogos para el Alma: “Sueños o Utopías”

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Diálogos para el Alma: "Sueños o Utopías"  Yo no se si serán los años, sumada a la crisis de la mitad de la vida, pero hay una frase que resume bien el estado de ánimo de este período es: "El juez más severo de la vida, son los sueños de juventud." Esto se traslada a la experiencia de fe al pensar que Dios nos creo para ser de bendición, es decir la respuesta para alguien. A veces pensamos en los sueños que teníamos, ¡sueños grandes de juventud! ¡Anhelábamos servir a Dios! Ser evangelizadores, ayudar a los necesitados, en definitiva queríamos ¡cambiar el mundo! Quizás aún tenemos estos sueños y eso puede significar que fue Dios quien los puso en nuestro corazón. Pero el problema es que muchas veces la lógica nos condena. El sentido común nos atraviesa como una daga. Viene a mi el recuerdo de Nicodemo que en la noche de su fe decide hablar con Jesús (Juan 3,1-21), y pude yo reconocer que en apariencia se asemeja a esta etapa o crisis de la vida. Decidí preguntarle a

Diálogos para el Alma: “Imposibilidades”

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Diálogos para el Alma: "Imposibilidades" Hoy me encontré con Clara y Carlos, quienes me pidieron que orara por ellos ya que hace años que están intentando concebir un hijo y no lo han logrado. Charlamos y luego oramos juntos pidiéndole al Buen Dios por el milagro de la vida. Después de que se retiraron me quedé sólo en presencia de Dios y sentí necesidad de abrir mi Biblia, cosa que hice, y me encontré con San Pablo hablándome del ejemplo de Abraham que: "No vaciló en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podía dar vida —tenía entonces unos cien años— y que su esposa Sara ya no podía tener hijos" (Romanos 4,19). Sorprendido por este nivel de confianza, debo reconocer que fui formado más hacia la devoción y rezos, que en la fe como actitud de vida. Reconociendo mi ignorancia, le pedí a Pablo que me instruyera sobre la fe, a lo que me respondió: - La esencia de la verdadera fe se encuentra en este versículo. Dios le acaba de prometer a Abraham que tendría un hijo, el c