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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Diálogos para el Alma: “Pensamientos de Rapiña”

Diálogos para el Alma: "Pensamientos de Rapiña"  Recientemente, mientras me sentaba en la iglesia durante la misa, mi mente fue inundada con pensamientos – sobre el menú del almuerzo, sobre mi siguiente compromiso, sobre mi tarea en la iglesia, sobre la necesidad de ser un buen padre. Todas estas cosas eran legítimas pero estaban totalmente fuera de lugar y momento, pues me distraían de alabar al Señor. Yo tuve que controlar mis pensamientos como si fueran rehenes. Volví a casa y tomé la Biblia como de costumbre, para leer un texto al boleo. Sorpresa mía fue encontrar un relato del Antiguo Testamento, en el que contaba que cuando Dios comenzó a tener comunión íntima con Abraham e hizo un pacto con él, Abraham tomó a cinco animales y los sacrificó, costumbre del momento. La Escritura dice, "Y descendían aves de rapiña sobre la carne, pero Abraham las ahuyentaba." (Gn. 15,11). Ahí entendí que esto es exactamente lo que nos sucede durante la oración. Pensamientos desci

Diálogo para el Alma: "Navidad es Jesús."

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Diálogos para el Alma: "Navidad es Jesús"  "ES NECESARIO QUE JESÚS CREZCA Y YO DISMINUYA" (Papa Noel) "Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron."   (Jn. 1,11)  Se acaba de dar a conocer la siguiente historia: "Un día el ángel caído y príncipe de este mundo se dio cuenta que se repetía la historia de aquel niño Moisés, instrumento de Dios a quien no logró aniquilar por medio del decreto del Faraón que ordenaba sacrificar a todos los niños menores de 1 año, pues éste pequeño se salvó en una simple canasta suelta en las aguas del Nílo  (Ex. 1,22- 2,1-9). Ahora sucedía lo mismo con el Niño más temido y volvía a fracasar, esta vez por el decreto del Rey Herodes de matar a todos los niños menores al año, al descubrir que los reyes Magos no volvieron a contarle dónde lo habían encontrado, como prometieron  (Mt. 2,16). Por la amenaza que representaba que el Hijo de Dios naciera y pudiese frustrar sus perversos planes de quitarle su reinado, decidió

Diálogos para el Alma: “Ser invisible”

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Diálogos para el Alma: "Ser invisible" Hoy me encontré con una mujer, llamada Marta que me contó que se sentía como la suegra de Pedro, con un bajón, y que ya no tenía ganas de servir. Buscamos juntos la cita que dice: "Al salir Jesús de la sinagoga fue a casa de Simón Pedro. La suegra de Simón Pedro estaba con fiebre muy alta, y le rogaron por ella. Jesús se inclinó hacia ella, dio una orden a la fiebre y ésta desapareció. Ella se levantó al instante y se puso a atenderlos" (Lc. 4,38-39). Fue entonces que le conté esta historia: Todo comenzó a ocurrir gradualmente. Entre a la habitación de mis hijos y les dije: "Apaguen el televisor, por favor". Y nada ocurrió. Entonces dije más fuerte: "Apaguen el televisor ya, por favor"… Finalmente tuve que ir y apagar yo mismo la televisión. ¡Entonces comencé a entender! Mi marido y yo estuvimos en una fiesta durante varias horas y yo lista para irme, me acerque a él, que estaba conversando con un compañero

Diálogos para el Alma: “¡Eres especial!”

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Diálogos para el Alma: "¡Eres especial!" ¡Hoy mi papá cumpliría años! Me levanté temprano, me bañé, preparé unos mates e hice una oración por él. Todo normal hasta ahí. De improviso, como el flash de una foto, reviví un recuerdo: "Yo nunca olvidaré el dolor que sintíó mi papá cuando un tiempo antes de morir, fui y le confesé, "Papá, quiero decirte algo que no llegué a confesarle a mamá y es que ni una vez he sentido que te he complacido. Nunca me sentí merecedor de tu amor. Siento que los he defraudado muchas veces. Tú debes de estar realmente decepcionado de mí." Leí en su rostro: ¡Nunca una palabra me ha dolido más! Me preguntó ¿Qué habré hecho para hacer que mi hijo se sintiera de esa manera? Luego, con un dolor profundo en el corazón, me abrazo y con los ojos llenos de lágrimas, me dijo, "Cuán equivocado estás hijo. Yo siempre te he demostrado como pude mi amor desde niño. Te lo he dicho con la limitación de la educación afectiva que no recibí. Lo he i

Diálogos para el Alma: “La Perla”

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Diálogos para el Alma: "La Perla" Terminé de leer en estos días una novela que trataba sobre una persona que abandonó todo y se dirigió a Sudáfrica para buscar diamantes y perlas. Me resultó muy atrapante. Cuándo la leía me acordé de esta parábola de Jesús: "Aquí tienen otra comparación con el Reino de los Cielos: un comerciante que busca perlas finas. Cuando encuentra una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra." (Mateo 13,45-46). Al buscar en mi Biblia este relato, reconocí que el Reino de Dios es la perla preciosa y yo soy el buscador de la novela. De repente me encontré regateando con Jesús el precio del Reino: - ¿Cuánto cuesta esta perla? - ¡La verdad es que es muy costosa! - Insisto ¿Cuánto cuesta? - Es muy, muy cara - ¿Piensas que podría comprarla? - Por supuesto. Cualquiera puede comprarla. - Pero ¿No me acabas de decir que es muy cara? - Si. - Entonces, ¿Cuánto cuesta? - Todo lo que tengas. - Muy bien, estoy decidido ¡Te la compro! - De a