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Mostrando entradas de agosto, 2016

Bocados de Misericordia: “El árbol triste”

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Bocados de Misericordia: "El árbol triste"  Había una vez, un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era". -"Lo que te faltaba es concentración", le decía el manzano, "si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves qué fácil es?". -"No lo escuches", exigía el rosal, "es más sencillo tener rosas" y  "¿Ves qué bellas son?". Y el árbol desesperado intentaba todo lo que le sugerían y, como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: -"No te preocupes, tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimo

Bocado de Misericordia: "Verdad Desnuda"

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Bocados de Misericordia: "Verdad Desnuda"  Los discípulos de un rabino, famoso por su erudición y gentileza, le preguntaron por qué acostumbraba esclarecer la verdad contando una parábola. Él respondió: - Esto se los puedo explicar contando una parábola sobre la propia Parábola. "Un día, la Verdad andaba visitando a los hombres, sin ropas y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Y todos los que la veían le daban la espalda, de miedo o de vergüenza, y ninguno le daba la bienvenida. Así, la Verdad recorría los confines de la Tierra, rechazada y despechada. Una tarde, muy desconsolada y triste, la Verdad encontró a la Parábola, que paseaba alegremente, en un traje muy bello y colorido. - Verdad…, ¿Por qué estás tan abatida? – preguntó la Parábola. - Porque soy tan vieja y fea que los hombres me evitan – replicó la Verdad. - Qué disparate – se rió la Parábola. No es por eso que los hombres te evitan. Toma, vístete con una de mis ropas y verás lo que acontece. Entonces, la

Bocados de Misericordia: “Jesús, Cartonero de Vidas”

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Bocados de Misericordia: "Jesús, Cartonero de Vidas"  El Cartonero es signo de la tarea de las Caritas del conurbano. Lo vemos venir diariamente a la Ciudad de Bs. As. en busca de lo que esta Gran Ciudad desecha, al igual que la cananea que se conforma: "con las migajas que caen de la mesa de los señores (Mt. 15, 27)" y lo convierte en su sustento. Recordando aquello de: "Dios elige lo que la sociedad desprecia o desecha o excluye", por eso reconocemos en él a Jesús y aceptamos que nuestra pobreza, es la riqueza de otros, como aquello de los panes y peces. Imaginamos ahora a Jesús, tirando de su carro de cartonero, pateando desde el conurbano para recoger, no ya cartón, sino a todos los que son excluidos y desechados de la sociedad, entre los que nos contamos todos aquellos que descubrimos en el sufrimiento bajo cualquier forma, sea propio o ajeno, que a modo de maestra, nos hace sensibles y nos resucita a toda forma de solidaridad en la sociedad y es este

Bocados de Misericordia: “Esos Hombres”

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Bocados de Misericordia: "Esos Hombres"  ESOS HOMBRES que subimos solos los altares, bajamos con todos a la calle y a las plazas. SOMOS ESOS HOMBRES que para algunos, somos los que siempre tenemos la razón. Y que, para otros, somos los que tenemos la culpa de todo. Y, en realidad no somos más que…ESOS HOMBRES. SOMOS ESOS HOMBRES que nos metimos en un lío descomunal de querer continuar nada menos que la obra de Cristo y claro… tantas veces lo hacemos mal. Porque no somos Cristo, sino solamente… ESOS HOMBRES. SOMOS ESOS HOMBRES que nos hemos metido a redentores y a quienes el pueblo, aún el cristiano, sigue crucificando como a Cristo. Ciertamente con más motivo. Porque no somos Cristo, sino solamente… ESOS HOMBRES. SOLAMENTE ESOS HOMBRES que no hemos bajado del cielo y que hemos nacido con tantos defectos como los demás hombres, pero que, con más buena voluntad que acierto en muchas casos, nos hemos metido a ejercer un oficio que es más que para hombres. SOMOS UNOS HOMBRES  que

Bocados de Misericordia: “Derecho a la Identidad”

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Bocados de Misericordia: "Derecho a la Identidad" (Meditación – 54º semana) Charlando con Jorge un hombre de 45 años, hijo único, me contaba que hacía unos meses descubrió que era adoptado. Esta noticia, más allá de moverle el piso de todo lo que había edificado hasta ese momento, no hizo más que confirmar una sensación interior que siempre lo acompañó, como si hubiera una parte de verdad desconocida. Sus padres adoptivos le contaron que su madre biológica murió en el parto, por eso su padre, que aún vive, lo había dado en adopción. Se dio cuenta que saber que su padre aún existía, no era suficiente, necesitaba encontrarlo para conocerlo y alcanzar su verdadera identidad. Luego de buscar y encontrar a su padre biológico en un momento muy emotivo, descubrió además que tenía un hermano. A partir de ese hecho ha debido replantearse todo en su vida. Reconoce que ama a sus padres adoptivos, agradecido por todo lo que le dieron y visita con frecuencia a su padre y hermano. Hoy sien