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Mostrando entradas de mayo, 2016

Bocados de Misericordia: “Papá, tengo hambre”

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Bocados de Misericordia: "Papá, tengo hambre"           Pasaba del medio día, el olor de pan caliente invadía aquella calle, un sol radiante invitaba a todos a buscar la sombra.          Ricardito no aguantó el olor rico del pan y dijo: ¡Papá tengo hambre! El padre, Agenor, sin  tener un centavo en el bolsillo, caminaba desde muy temprano en  busca de un trabajo, mira con ternura al hijo y le pide un poco más de paciencia.          "Pero papá, ¡desde ayer no comemos nada, tengo mucha hambre! Avergonzado, triste y humillado en su corazón de padre, le pide al hijo esperar en la vereda mientras entra en la panadería que estaba enfrente. Al entrar se dirige a un hombre en el mostrador: "Señor, estoy con mi hijo de tan sólo 6 años en la puerta, con mucha hambre, no tengo ninguna moneda, pues salí temprano para buscar un empleo y nada encontré, le pido que en el Nombre de Jesús me dé un pan para que yo pueda matar el hambre de mi niño, a cambio puedo barrer el piso de su

Bocados de Misericordia: “La ventana”

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Bocados de Misericordia: "La ventana"  Un niño que visitaba a sus abuelos en su granja, llevaba una gomera para mejorar su puntería en el campo. Practicó con latas vacías, pero nunca pudo darle a su objetivo, así que ya un poco desanimado regresó a la casa para la cena. Ya próximo a llegar vio el pato más querido por su abuela. Y como un impulso, le apuntó un golpe, con tal precisión que le pegó al pato en la cabeza y lo mató. Quedó impresionado y consternado, pero movido por el pánico, escondió el pato muerto entre una pila de madera, cuando se dio cuenta que su hermana Susanita lo estaba observando, pero no dijo nada. Después de la cena, la abuela dijo: "Susanita vamos a lavar los platos". Pero Susanita dijo: "Abuela, Tomás me dijo que él quería ayudarte en la cocina". Luego le susurró a él ¿"Recuerdas el pato?" Así que Tomás lavó los platos esa noche. Al día siguiente, el abuelo les preguntó a los niños si querían ir a pescar, y la abuela dijo

Bocados de Misericordia: “La maestra Noemí”

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Bocados de Misericordia: "La maestra Noemí"            Su nombre era Srta. Noemí. Mientras estuvo al frente de su clase de 5º grado, el primer día de clases lo iniciaba diciendo a los niños una mentira piadosa, miraba a sus alumnos y les afirmaba categóricamente que a todos los querría por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su pupitre, estaba un niño llamado Tedy.          La maestra Noemí había observado a Tedy desde el año anterior y había notado que él no jugaba mucho con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y necesitaba darse un buen baño.          Tedy comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó el momento en que la maestra disfrutaba al marcar los trabajos de Tedy con un fibrón rojo haciendo una gran X y colocando un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas.          En la escuela donde la Srta. Noemí enseñaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, dejando el expediente de Tedy para el fina

Bocados de Misericordia: “Verdadero amor”

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Bocados de Misericordia: "Verdadero amor"  Un maestro, próximo a jubilarse se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las  parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía de la convivencia. El maestro les dijo que respetaba su opinión, y decidió relatarles lo siguiente: "Mis padres vivieron 55 años casados". Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, en ese instante sufrió un infarto y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió al auto. A toda velocidad, sin respetar las señales, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos a solas con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, inten