Diálogos para el Alma: “El primer amor”

Diálogos para el Alma: "El primer amor"

Recordarás las siete iglesias que Juan menciona en Apocalipsis 2. Entre ellas está la iglesia de Éfeso, una congregación altamente reconocida por Jesús.

Me gusta pensar en nuestra iglesia en "Buenos Aires" como si fuera la iglesia de Éfeso. Ese cuerpo de creyentes trabajaba sin desmayar en una de las ciudades más populares del mundo, en medio de la maldad más vil. La gente se sacrificaba, odiaba el pecado y no aceptaba doctrinas falsas. Estaban fuertes en la fe, sirviendo a Dios con gran celo en su corazón sin importar las tentaciones que Satanás les lanzaba.

Sin embargo, Cristo sabía que algo andaba mal en ese pueblo. ¡Él amaba tanto a esta iglesia! Era una lámpara tan brillante a las naciones, que Él no estaba dispuesto a quedarse sentado y dejarla morir. Así que les dijo a los efesios: "Pero tengo contra ti, que has dejado enfriar tu primer amor" (Ap. 2,4).

Jesús estaba diciendo: "¡Tu fuego se está apagando! Tu amor por Mí, que alguna vez motivó tu fidelidad, está disminuyendo. Antes te ponías al hombro y llevabas mi carga por los que no me conocen, pero ahora estás satisfecho tan sólo con sentarte y escuchar sermones. Estás totalmente envuelto en tus propios intereses, ignorando los míos. ¡Has caído lejos de donde alguna vez estuviste!"

Jesús entonces les dice: "Recuerda, por tanto, de dónde has caído…" (v. 5). Él está diciendo: "¡Recuerda! Añorabas ir a mi casa entre semana, estar con tus hermanos, llevar mi carga. ¡Pero ahora, una hora el domingo por la mañana, es suficiente para ti!"

Así que, amado cristiano, ¿sigues encendido por Jesús? ¿Estás enamorado de Él como cuando te entregaste a Él por primera vez? ¿O has perdido el interés en lo que a Él le interesa, abandonando la alegría de servir? ¿Tienes muchas otras cosas en tu vida? Si es así, el Señor te dice: "Tengo algo contra ti, ¡Ya no tienes el mismo amor que al principio!"

Escucha lo que Jesús nos dice en este punto: "…arrepiéntete, y vuelve a las primeras obras" (v. 5). Él está diciendo: "¡Entristécete y tómalo en serio! Luego, deja que tu aflicción te traiga de vuelta, recordando: ¿Dónde estabas cuando me amaste por primera vez?"

"Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia."

Daniel Gassman (dalugas@gmail.com)

Ante la cruz - Caritas Buenos Aires

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