Acá tenes un lugar
Acá tenes un lugar (Meditación – 13º semana)
Hace ya tiempo, me encontré con un amigo al que hacía rato no veía. Nos abrazamos y me vino a la memoria que lo había conocido como un gran creyente, con la capacidad de líder comprometido en el servicio eclesial, a pesar de las grandes pruebas que había pasado, luego de varios años de acompañar, con fidelidad a su esposa en una enfermedad que al final lo convirtió en viudo y a cargo de varios hijos. Como queriendo ponerme al día de su presente, de me ocurrió preguntarle:
- ¿Seguís trabajando en la Iglesia y el grupo?
- ¡Lamentablemente cometí el error de intentar ser feliz!
Golpeado por esa respuesta inesperada, casi atragantado, dije:
- ¿Cómo es eso?
- Luego de muchos años de la soledad del viudo, encontré una mujer, sola como yo, por estar separada hace tiempo y comenzamos una relación. Cada uno en su casa, pero compartiendo una hermosa relación. Vos me conoces y sabes que me gusta ser franco. Así fue que hablé con mi pastor sobre mi nueva realidad.
- ¿Qué te dijo?
- Que no dijera nada, que terminara mi mandato en los compromisos asumidos y que luego dejara toda tarea pastoral hasta encontrarle una solución a mi situación.
Sentí su dolor y le pregunté:
- ¿Qué haces en este encuentro?
- Hasta que solucione mi situación, siento que necesito encontrar otro lugar en la Iglesia para seguir sirviendo, y me anote en un taller para ver si encajo.
Lo miré a los ojos, no hacían falta palabras y comentarios frente a lo debió obedecer y me salió del corazón decirle:
- ¡Si no encontras tu lugar en otras áreas de la Iglesia, quiero que sepas que en Cáritas tenes un lugar!
Se quedó a mi lado el tiempo que duró la charla que se estaba dando en el templo. En un momento le pregunté si me permitía escribir un Bocado sobre su experiencia, a lo que accedió y luego nos separamos, no antes de volverle a decir ¡En Cáritas tenes un lugar y los pobres no te van a cuestionar!
Reflexión:
Si es éste tu caso o el de alguna persona que conoces que llevan adelante esta situación irregular, esperando llegue alguna solución. ¡En Cáritas si tenes un lugar! Si no podes recibir a Jesús en la Eucaristía, Cáritas te ofrece el lugar donde podes comulgar a Jesús en las heridas de los Pobres. Podes curar sus llagas en los enfermos, alimentarlo en el hambriento, visitarlo en el preso o el Probation, vestir a Jesús en el desabrigado y abrazarlo en el anciano que está solo o el niño carente de cariño. En Cáritas todos tenemos Prontuario, todos reconocemos nuestra pobreza, que por la Misericordia de Dios, se ha convertido en nuestro Curriculum y es ésta nuestra gran riqueza y el motivo de nuestra Alegría. En un permanente encuentro con el pobre, que es Sacramento de Cristo. Él hará que recibas más de lo que des: en tiempo, recursos, consuelo, cariño y catequesis. Cuando tu hermano pobre, con una sonrisa te diga: "¡Gracias!" Vos sabrás que te encontraste con Jesús.
"Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia."
Para meditar en Comunidad o en el silencio de tu Corazón:
- ¿A quién le contarías que en Cáritas tiene un lugar para Comulgar con Jesús?
"Señor, no importa cómo pero siempre buscaré la forma de estar en comunión contigo"
Comentarios
Publicar un comentario
Compartí tu opinión o reflexión personal en este espacio.
Si no tenés cuenta en Google tildá en Anónimo y enviános tu comentario.
Recordá suscribirte al blog así podrás recibir en tu correo las nuevas reflexiones que vamos publicando.
Gracias por tu visita. Bendiciones!