Bocado Para el Alma: "Culpa Crucificada"

Culpa Crucificada (Meditación – 33º semana)

Reflexionando sobre una revelación que recibió Pablo oculta hasta que llegó Jesús, nos dice: "Este es el designio que Dios concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza, mediante la fe" (Efesios 3,11-12). Luego de rumiar estas palabras, me animé y le pregunté a Pablo:

- ¿Qué significó esta revelación en tu vida personal y para tu predicación?

- Fue como si se quebrara el techo del templo de mi mente judía, pues se me estaba hablando de la salvación para los paganos. Me di cuenta que debemos de una vez por todas entender lo que Cristo hizo por todas las personas en la cruz. Él quitó para siempre aquello que ofende a la mirada santa de Dios para que tengamos el derecho a estar en su presencia por la eternidad. Somos aceptados en la presencia de Dios y no hay nada en contra de nosotros en el corazón de Dios.

- Continúa explicándome ¡Por favor! Dije.

- No des un paso más hasta que aprendas el alcance de la eficacia de la sangre de Cristo – ¡Tú haz sido perdonado totalmente! La cruz nos limpió ante los ojos de Dios. Puede que nosotros nos olvidemos de esto pero Él nunca lo hará. El velo fue rasgado para darnos acceso a Dios y con ello, Él nos dice "¡Tú eres aceptado! Entra confiadamente a mi trono porque ahora tú eres mío en mi Hijo Amado."

- ¡Cómo me cuesta aceptar esta verdad del perdón como una realidad!

- Si Dios está satisfecho, ¿por qué no deberíamos de estarlo nosotros? Este es un asunto que debe de ser resuelto. ¿Hay alguna cosa que te separe de tu Padre celestial? Puede que me digas, "¡Mi conciencia, mi corazón me condena! He dicho y he hecho cosas que entristecerían al Espíritu. Me siento indigno y los cielos parecen estar hechos de cemento." Ante todo esto, escucha lo que te dice Juan, "¡Pues si nuestra conciencia nos reprocha, pensemos que Dios es más grande que nuestra conciencia, y que lo conoce todo!" (1Juan 3,20).

- ¿Cómo hacer para vivir reconciliados con Dios? Pregunté.

- ¿Odias tus pecados? ¿Los haz confesado? ¿Crees que a través de Jesús, "Se anuncia perdón de los pecados" (Hechos 13,38)?

- ¡Si! Dije, ¡Lo creo!

- Aquí es donde muchos cristianos fallan. Ellos viven con miedos y ataduras innecesarias a una imagen de si mismos que perdieron, porque no entienden la victoria de la cruz. Están limpios ante los ojos de Dios y Él está totalmente satisfecho por el sacrificio de Cristo, pero ellos no lo saben. Nada impide el acceso ante Él excepto nuestro temor y falta de conocimiento. Cuando el velo fue partido, ¡Dios salió a encontrarse contigo y conmigo! ¡Nosotros nos acercamos a Él – y Él baja por nosotros!

- ¿No se cansa de perdonarnos Dios?

- ¡Que cosa increíble! Nosotros ofendemos a Dios pero él está tan ansioso de purificarnos ante sus ojos que envía a su propio Hijo en sacrificio por nuestros pecados. El pecado fue juzgado y la ofensa fue disuelta. Ahora Dios puede decir, "Nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades" (Hebreos 8,12). ¡Él mismo quitó la distancia que había!

Dios no está queriendo imputar pecados en contra nuestra. En su lugar, Él busca reconciliarnos consigo mismo. Él desea que vivamos en la bendición de saber que el tema del pecado fue resuelto para siempre en la cruz.

Antes de despedirnos quiero recodarte lo que Dios te dice a través de Isaías: "Ahora dice Dios a su pueblo ¡Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado! (43,18).

-Gracias Pablo.

- Como dice el Papa Francisco: ¡Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros que nos cansamos de pedir perdón!

PD: "Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia" (dalugas@gmail.com).

Bocado Para el Alma- Caritas Buenos Aires

 

Para meditar en Comunidad o en el silencio de tu Corazón: 

- ¿Algunas veces te alejas del Señor pensando que tus pecados te hacen indigno de su presencia? ¿Qué acciones tomarías para cambiar esto?

-¿Solés tener en cuenta la victoria sobre el pecado que tuvo nuestro Señor en la Cruz?

 

"Señor, no temeré acercarme a ti porque se que mis pecados serán perdonados"


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