Bocados para el Alma: Tu Límite

¡Hola! ¿Cómo éstas?                           

Como todas las semanas, te hacemos llegar una caricia al alma meditando sobre la Caridad desde Jesús.

En esta ocasión reflexionaremos acerca de "Nuestro límite": es decir, esos momentos en los que nos sentimos abatidos ante los problemas que aparecen en nuestra vida. Podés leer cómo nuestro Padre nos ofrece Sabiduría para afrontarlos en la siguiente meditación:



Tu Límite (Meditación – 14º semana)



Hoy fue un día terrible, llegué a casa, me derribé en la cama mirando hacia arriba. Mis ojos se posaron sobre la sombra que se formó en el techo y dije: ¡Señor vos sos la Luz, pero yo veo las sombras! De repente el silencio resonó en mi corazón:
-¿Estas llegando a tu límite? ¿Cansado, abatido, con ganas de rendirte? Yo te desafío a que respondas con un simple sí o no las siguientes preguntas:
• ¿Promete la Palabra de Dios suplir todas tus necesidades?
• ¿Dijo Jesús que El nunca te dejaría, y que estaría con vos hasta el final?
• ¿Dijo El… que en tu debilidad triunfa su gracia y que, aún así te presentaría sin mancha delante del trono del Padre?
• ¿Dijo El… que el que pide, recibe; el que llama se le abre? ¿Prometió darte la semilla que necesites para propagar el evangelio?
• ¿Está El más deseoso de dar, que vos de recibir? ¿Es mayor El… que está en ti, que aquél que está en el mundo?
• ¿Son buenos los pensamientos que El tiene sobre vos? ¿Es El… recompensa de todos los que lo buscan con insistencia?
• ¿Está El preparando un lugar en la gloria para vos? ¿Está viniendo para reunir a sus hijos y llevarlos a casa? ¿Vas a irte con El cuando venga?
Tu respuesta a todo esto debería de ser, “¡Absolutamente, sí!”
Ahora – haz un inventario. Pregúntate: ¿Realmente creo que Dios es fiel a su Palabra, o yo flaqueo en mi confianza?
Ahora toma tu Biblia y lee (Santiago 1,2-7). La busqué y entonces leí: “Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. Esta puesta a prueba de la fe produce paciencia, y la capacidad de soportar debe llegar a ser perfecta, si queremos ser perfectos, completos, sin que nos falte nada.
Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todos sin hacerse rogar. El se la dará. Pero hay que pedir con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar que están a merced del viento. Esa gente no puede esperar nada del Señor, son personas divididas y toda su existencia será inestable.”
Cerré mis ojos y el Espíritu Santo me dijo: “Vos podes recibir la sabiduría de Dios, toda la sabiduría necesaria para resolver los problemas de la vida – si vas a creer sin dudar y confiar tu vida y futuro a esta promesa.
Dios da a todos… sin excepción… sabiduría. ¡Pídela ahora mismo, pero sin dudar! Me dormí pidiendo verdadera sabiduría.
Daniel Gassmann
PD: “Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia” (dalugas@gmail.com)
Bocados del Alma - Tu Limite

 Para meditar en comunidad o en la intimidad del corazón:
 - ¿En qué momentos de tu vida te has sentido abatido? ¿Cuál sentís que fue la prueba más importante de tu vida? ¿Por qué?
- ¿Podés compartir alguna experiencia con tu comunidad?¿Cómo podríamos acompañarnos mejor en estos momentos?
  “Señor, danos sabiduría para vivir los problemas del día a día sin perder de vista el camino del amor”



¡Podes compartirlo  también con tus contactos!


¡Un gran abrazo lleno de cariño, cercanía y bendición!

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