Bocados para el Alma: "El Tiene un Plan".
¡Hola! ¿Cómo éstas?
Como todas las semanas, nos volvemos a encontrar para seguir meditando sobre la Caridad de Jesús. En el menú de esta semana, te ofrecemos una nueva lectura llamada "Él tiene un plan", para descubrir que Él siempre está allí dispuesto a participar y ayudarnos en nuestros problemas.
Él Tiene un Plan (Meditación – 12° semana)
Leyendo el milagro de la multiplicación de los panes, como tantas otras veces en mi vida, me detuve en una observación y una pregunta: “Jesús, levantó los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a El, dijo a Felipe: ‘¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?’ Se lo preguntaba para ponerlo a prueba, pues El sabía bien lo que iba a hacer.” (Juan 6,5-6).
Metiéndome con la imaginación en la escena, como uno más de la multitud observé a Jesús llevando a un lado a Felipe y lo escuché preguntándole: “Felipe, acá hay miles de personas. Todas tienen hambre. ¿Donde vamos a comprar suficiente pan para alimentarlos? ¿Qué crees que deberíamos hacer? Luego de observar atentamente como se resolvió todo lo que terminó en un milagro, por impulso, me acerqué a Felipe y le pregunté:
- Felipe ¿Qué consecuencia tubo esto en tu vida de fe?
- Descubrir ¡Qué amor tan increíble el de Cristo que se compadece de todos! Aunque en honor a la verdad, en un primer momento pensé: ¡Para que habrá levantado los ojos! Siempre tan atento a todo. El hecho más significativo fue deducir que “Jesús siempre supo lo que iba a hacer” (v6). Entender que el Señor estaba tratando de enseñarme algo a mí y la lección que me estaba dando se aplica a todo creyente de hoy día.
- ¿Cómo?
- Reflexiona un poco: ¿Cuántas noches pierdes el sueño quedándote despierto hasta la madrugada intentando hallar alguna solución a tus problemas? Te desvelas pensando: “Quizás esto funcione… ¡no, no…! quizás aquello lo solucione, no…”
- Descubrir ¡Qué amor tan increíble el de Cristo que se compadece de todos! Aunque en honor a la verdad, en un primer momento pensé: ¡Para que habrá levantado los ojos! Siempre tan atento a todo. El hecho más significativo fue deducir que “Jesús siempre supo lo que iba a hacer” (v6). Entender que el Señor estaba tratando de enseñarme algo a mí y la lección que me estaba dando se aplica a todo creyente de hoy día.
- ¿Cómo?
- Reflexiona un poco: ¿Cuántas noches pierdes el sueño quedándote despierto hasta la madrugada intentando hallar alguna solución a tus problemas? Te desvelas pensando: “Quizás esto funcione… ¡no, no…! quizás aquello lo solucione, no…”
En ese momento yo, pues a mi me mandó al frente, así de repente no sólo tenía un problema de falta de panes. Tenía un problema de falta de panaderías… y un problema económico… y un problema de logística y transporte… y un problema de distribución… y un problema de tiempo. Júntalos todos y verás que tenía más problemas de los que pudieras incluso imaginar. Mi responsabilidad era absolutamente imposible. Para colmo, mi perspectiva era por demás realista frente a esos más de cinco mil problemas.
- ¿Cómo manejar la responsabilidad y a la vez la confianza en Dios?
- En todo momento, Jesús sabía exactamente lo que iba a hacer. Él tenía un plan pero yo no lo supe intuir. Lo mismo es cierto para tus problemas y dificultades hoy. Existe un problema, pero Jesús ya conoce la situación completa. El hombre de fe ve el problema como una oportunidad. Él viene y te pregunta: “¿Qué crees que debemos hacer respecto a esto?”.
- En ese momento vos también te asustaste ante su planteo.
- Es cierto, la respuesta correcta de mi parte debiera haber sido: “Jesús, Tú eres Dios. Para Ti no hay nada imposible. Así que te entrego este problema a Ti, ya no es solo mío, es nuestro”.
- En todo momento, Jesús sabía exactamente lo que iba a hacer. Él tenía un plan pero yo no lo supe intuir. Lo mismo es cierto para tus problemas y dificultades hoy. Existe un problema, pero Jesús ya conoce la situación completa. El hombre de fe ve el problema como una oportunidad. Él viene y te pregunta: “¿Qué crees que debemos hacer respecto a esto?”.
- En ese momento vos también te asustaste ante su planteo.
- Es cierto, la respuesta correcta de mi parte debiera haber sido: “Jesús, Tú eres Dios. Para Ti no hay nada imposible. Así que te entrego este problema a Ti, ya no es solo mío, es nuestro”.
No supe ver que la responsabilidad era compartida cuando dijo: “¿Dónde vamos a comprar pan?” Por eso reaccioné y respondí como si me obligara a hacerme cargo totalmente solo.
- Es bueno tomar conciencia de que la responsabilidad no es mía, sino nuestra.
- Por experiencia personal debo decirte que eso es exactamente lo que debes decirle a Jesús hoy, en medio de tu crisis: “Señor, Tú eres el hacedor de maravillas y yo voy a entregarte todas mis dudas y temores. Te encomiendo toda esta situación, mi vida entera y la de quienes dependen de mí, a tu cuidado. Sé que no permitirías que desmaye. Creo que Tú ya sabes lo que vas a hacer respecto a este problema. Confío en tu poder.
- ¡Gracias Felipe! Ahora voy comprendiendo por que leí este texto.
- Por experiencia personal debo decirte que eso es exactamente lo que debes decirle a Jesús hoy, en medio de tu crisis: “Señor, Tú eres el hacedor de maravillas y yo voy a entregarte todas mis dudas y temores. Te encomiendo toda esta situación, mi vida entera y la de quienes dependen de mí, a tu cuidado. Sé que no permitirías que desmaye. Creo que Tú ya sabes lo que vas a hacer respecto a este problema. Confío en tu poder.
- ¡Gracias Felipe! Ahora voy comprendiendo por que leí este texto.
PD: “Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia”
Daniel Gassmann (dalugas@gmail.com)
Para meditar en comunidad o en la intimidad del corazón:
- ¿Sueles “compartir” los problemas que aquejan tu corazón con tu Señor? ¿Cuáles han sido los más recientes?
- ¿Alguno de ellos tienen relación con algún hermano? Si puedes, comparte con tus hermanos el camino recorrido
“Señor, Tú eres el hacedor de maravillas y yo voy a entregarte todas mis dudas y temores (…) Sé que no permitirías que desmaye. Creo que Tú ya sabes lo que vas a hacer respecto a este problema. Confío en tu poder”
¡Podes compartirlo también con tus contactos!
¡Un gran abrazo lleno de cariño y bendición que te hagan sentir una caricia en el alma!
Cuando la leas ten en cuenta que "Cualquier semejanza con tu realidad es pura Providencia"
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