Thomas Merton, Semillas de contemplación


"Si en todas las cosas considero sólo el calor y el frío, la comida o el hambre, la enfermedad o el trabajo, la belleza o el placer, el éxito o el fracaso y el bien o el mal materiales que mis obras han logrado para mi propia voluntad, sólo hallaré el vacío, no la felicidad. No seré nutrido, no hallaré plenitud. Pues mi alimento es la voluntad de Aquel que me hizo y que hizo todas las cosas para darse a Sí mismo a mí a través de ellas.
Mi principal cuidado no debería ser encontrar placer o éxito, salud o vida, dinero o descanso, ni aun cosas como la virtud o la prudencia, ni mucho menos las opuestas: dolor, fracaso, enfermedad, muerte. Sino que, en todo lo que ocurre, mi único deseo, mi único gozo debería ser el saber: "He aquí lo que Dios quiso para mí. En esto se halla Su amor y, al aceptarlo, puedo devolverle Su amor y con éste entregarme a Él, y crecer en Su voluntad hacia la contemplación, que es la vida eterna".


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