"QUEREMOS DOMESTICAR AL ESPÍRITU SANTO"
En la homilía, Francisco comentó la primera lectura del día, que narra el martirio de San Esteban, quien, antes de ser lapidado, anuncia la Resurrección de Cristo advirtiendo a los presentes con palabras fuertes: "¡Duros de cerviz! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo!". Esteban recuerda a cuantos persiguieron a los profetas y, después de haberlos matado, les construyeron "una hermosa tumba" y solo después los veneraron. También Jesús –observó el Papa- dice a los discípulos de Emaús: "¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!". "Siempre, también entre nosotros –afirmó el Papa- hay esa resistencia al Espíritu Santo".
"Para decirlo claramente: el Espíritu Santo nos fastidia. Porque nos mueve, nos hace caminar, empuja la Iglesia a ir hacia delante. Y nosotros somos como Pedro en la Transfiguración: 'Ah, qué bien estamos aquí, todos juntos!'… que no nos molesten. Queremos que el Espíritu Santo se adormezca… queremos 'domesticar' al Espíritu Santo. Y eso no funciona. Porque Él es Dios, Él es ese viento que va y viene y no sabes de dónde. Es la fuerza de Dios, es quien nos da consuelo e impulso para seguir adelante. Pero… ¡seguir adelante! Es eso lo que fastidia. La comodidad es mejor".
Hoy, prosiguió el Papa, parece que "estamos todos contentos" por la presencia del Espíritu Santo, pero "no es cierto. Esta tentación es todavía actual. Un solo ejemplo: pensemos en el Concilio: el Concilio fue una hermosa obra del Espíritu Santo. Piensen en el Papa Juan: parecía un párroco bueno y fue obediente al Espíritu Santo y convocó el Concilio. Pero después de 50 años, ¿hemos hecho todo lo que nos ha dicho el Espíritu Santo en el Concilio? ¿En esa continuidad del crecimiento de la Iglesia que fue el Concilio? No. Festejemos este aniversario, hagamos un monumento, pero que no nos moleste. No queremos cambiar. Es más: hay voces que quieren ir hacia atrás. Esto se llama ser testarudos, eso se llama querer domesticar el Espíritu Santo, eso se llama convertirse en insensatos y tardos de corazón".
Sucede lo mismo, añadió el Papa- "también en nuestra vida personal": de hecho, "el Espíritu nos empuja a recorrer un camino más evangélico", pero nosotros nos resistimos. Por eso, para terminar, Francisco exhortó a los fieles a "no oponer resistencia al Espíritu Santo. ¡Es el Espíritu quien nos hace libres, con esa libertad de Jesús, con esa libertad de los hijos de Dios! No oponer resistencia al Espíritu Santo: es ésta la gracia que yo quisiera que todos nosotros pidiéramos al Señor: la docilidad al Espíritu Santo, a ese Espíritu que viene a nosotros y nos hace avanzar en el camino de la santidad, esa santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu Santo. Así sea".
Mansilla 2442 - Tel/Fax: 4962-2968 / 4962-0922
Comentarios
Publicar un comentario
Compartí tu opinión o reflexión personal en este espacio.
Si no tenés cuenta en Google tildá en Anónimo y enviános tu comentario.
Recordá suscribirte al blog así podrás recibir en tu correo las nuevas reflexiones que vamos publicando.
Gracias por tu visita. Bendiciones!