PADRE PERDONADOR

Escuchando a quien ha sido para muchos de nosotros el P. Jorge Bergoglio y hoy el Papa Francisco diciéndonos con insistencia que Dios es un Padre Bueno que no se cansa de perdonar, somos en cambio, nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, he tenido la sensación de una moción espiritual, que por medio de sus expresiones me daba una palabra inusual, una que no quería oír. Se me dijo: “Estás atado a una visión muy limitada de los océanos de ternura y amorosa misericordia del Señor. Has soportado mucha culpa, condenación y miedo porque no has permitido que el Espíritu Santo revele la inmensidad de Mis misericordias perdonadoras, sanadoras y reconciliadoras. ¡No me conoces por mi ternura!”
He podido descubrir que esa es una de las causas por las cuales muchos se están rindiendo, dándose por vencidos y apartándose. Cuando un pecado ataca, cuando Satanás viene como una inundación, cuando caes en algún viejo hábito o pecado, el diablo crea esclavitud. Primero, la culpa viene como inundación, después el miedo llena tu corazón. Una sensación de total fracaso e impotencia embarga tu alma. En este punto, a la mayoría de los creyentes se les acaba la gracia, porque su visión de la misericordia de Dios es muy limitada. Nos hemos hecho un dios a la medida de nuestro perfeccionismo.
Satanás viene a ti y te dice: “Has alcanzado tu límite. Has confesado tú pecado vez tras vez. No hay manera de que Dios te perdone ahora, porque has pecado contra la luz. Si vuelves y confiesas una vez más, te darás la vuelta y pecarás de nuevo. ¡Así que renuncia de una vez por todas!”
El diablo no quiere que veas el océano de misericordia de Dios… ¡Quiere que veas sólo un chorrito de agua! Debido a nuestra ignorancia del amor perdonador de Cristo y su poder restaurador, somos destruidos. Nos quedamos sin misericordia para nosotros mismos porque estamos terriblemente atados por una visión limitada. ¡Nuestros ojos aun no se han abierto a las misericordias sin fin de nuestro tierno Padre! Estamos tan atados por una visión falsa y limitada de sus misericordias, que nos resulta casi imposible creer o aceptar lo que Santiago dijo: “[hemos] visto que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”(Santiago 5,11).
Este versículo significa que: “Dios se quebranta fácilmente por nuestros problemas y dolores. Él siente nuestro dolor y nuestros fracasos, y Él es bondadoso y compasivo para con nosotros. Él nos amó, aun cuando éramos sus enemigos. Incluso cuando le ofendemos, Él está dispuesto a ayudarnos, restaurarnos y perdonarnos siempre sin importar el número de veces.”
La palabra misericordia significa “un trato amable y compasivo de un infractor bajo nuestro poder”. Dios tiene el poder para condenarnos al infierno cada vez que pecamos, Él nos tiene bajo su control y puede hacer con nosotros lo que le plazca. Y le place a Su corazón tierno ser compasivo, amoroso y bondadoso para con los que le han fallado más. Es de una paciencia infinita.
Todo esto fue confirmado cuando Francisco en otro discurso habló de la necesidad de vivir la Ternura, la Paciencia, la Alegría y de no escuchar al diablo que es un mentiroso.
Que esta semana santa podamos reflexionar sobre lo que Dios piensa y siente, manifestado en cada gesto de su Hijo Jesús que dijo: “Quien me ha visto a mi, ha visto al Padre”.

“Cualquier semejanza con tu realidad es pura Providencia.”

Yapitas que me recordaron palabras del Card. Bergoglio, hoy Francisco ante su elección, asociadas a relatos bíblicos:
Papa Francisco: “Han ido a buscar un Papa al fin del mundo”:
1Sam. 16, 1. 3-13 Dios le dijo a Samuel: “Llena pues tu cuerno de aceite y anda. Te envío donde Jesé de Belén, porque me escogí un rey entre sus hijos”
… “Tomarás una ternera y dirás que has ido a ofrecer un sacrificio a Dios. Invitarás al sacrificio a Jesé, y yo te daré a conocer lo que tienes que hacer: me consagrarás al que te mostraré”.
Samuel hizo como le había dicho Dios. Cuando llegó a Belén, los ancianos salieron temblando a su encuentro. Le dijeron: “¿Vienes en son de paz?” “Sí, respondió, en son de paz. He venido a ofrecer un sacrificio a Dios. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio”. Fue a purificar a Jesé y a invitarlo al sacrificio junto con sus hijos.
Cuando entraron, Samuel divisó a Eliab y pensó: “Seguramente ése será el que Dios va a consagrar”. Pero Dios dijo a Samuel: “Olvídate de su apariencia y de su gran altura, lo he descartado. Porque Dios no ve las cosas como los hombres: el hombre se fija en las apariencias pero Dios ve el corazón”. Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel. Pero Samuel le dijo: “Este tampoco es el elegido de Dios”. Jesé hizo pasar a Samma, pero Samuel le dijo: “Dios tampoco lo ha elegido”. Finalmente Jesé hizo pasar a sus siete hijos ante Samuel, y Samuel decía a Jesé: “Dios no ha elegido a ninguno de estos”.
Entonces Samuel dijo a Jesé: “¿Esos son todos tus hijos?” Respondió: “Todavía falta el menor, que cuida el rebaño”. Samuel le dijo: “Mándalo a buscar porque no nos sentaremos a la mesa hasta que no esté aquí”. Fueron pues a buscarlo y llegó;… era un muchacho con hermosa mirada y una bella apariencia. Dios dijo entonces: “Párate y conságralo; es él”. Samuel tomó su cuenco con aceite y lo consagró en medio de sus hermanos. Desde entonces y en adelante el espíritu de Dios se apoderó de David.”


P. Jorge Bergoglio: “Cuando me acepten la renuncia como Arzobispo deseo ir a vivir al hogar sacerdotal y acompañar al pueblo de Dios sin el peso de la responsabilidad”
Jn. 21,18 “Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando llegues a viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá  y te llevará a donde no quieras ir.”

P. Bergoglio, hoy Papa Francisco: “Recen por mi.”
Lc. 22, 31-32: ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia; pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.”

Daniel Gassmann
(dalugas@gmail.com)

Comentarios

  1. Gracias papá bueno por poner en nuestras vidas seres que con simples palabras hablan de tu grandeza!!!!! Gracias Dani por tus sabias palabras y gracias al hoy Francisco que nos guía como un verdadero pastor!!!

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